¿Cuál es el mejor códec de vídeo para grabar en estudio?
Vamos a grabar en estudio. Bien. En principio parece que no deberíamos preocuparnos por el códec a utilizar o por cosas que parecen no cambiar entre filmar en exteriores o en interiores, pero lee primero.
Dejando atrás otros aspectos más prácticos o funcionales nuestra pregunta es hoy aquí concretamente la siguiente: ¿qué códec tiene más calidad de imagen para grabar en plató de vídeo? ¿ProRes o h.265?
ProRes es un códec desarrollado por Apple desde hace más de una década, pensado para la edición principalmente. ProRes no tiene compresión entre frames (siempre es ALL-I en todos sus modos HQ, 422, LT o Proxy), utiliza 10 bits por canal y submuestrea a 4:2:2 para el color. A cambio, los ficheros son enormes. Aunque fue pensado para la edición, algunos fabricantes de cámaras y grabadores externos lo adoptaron para la adquisición, para no entorpecer el proceso de transcodificar todos los ficheros de vídeo.
Por otro lado, recientemente algunas cámaras utilizan internamente el códec h.265, que puede grabar con la misma calidad de imagen que ProRes en mucho menos espacio. h.265 es la evolución natural del ampliamente utilizado códec h.264, reinante en internet en las webs y redes sociales. Principalmente estamos hablando de un códec de presentación, esto es, utilizado en la parte final, una vez adquirido el material, editado y exportado para su uso final por el cliente u online.
No es de extrañar la confusión actual y la pregunta que surge. ¿Con qué códec grabo y edito ahora, ProRes o h.265?
Esta pregunta tenía fácil respuesta hasta la introducción de la nueva serie de chips de la serie M de Apple (M1 y M2). Hasta ahora la compresión tan feroz del h.265 hacía que editar ese material fuera una pesadilla. Pero los nuevos chips de Apple traen integrados un códec del h.265, haciendo tal tarea tan fácil como editar un ProRes.
Cuando filmamos motivos con gran cantidad de detalles, no parece haber una diferencia de calidad muy apreciable entre ProRes y h.265. Tenemos que ampliar la imagen un 200% o 300% como mínimo y detenerla para comparar entre ambas. Algo que nunca sucederá en la vida real. ¿Entonces si no hay diferencia de calidad en la práctica y el h.265 ocupa mucho menos espacio (y cuando digo mucho menos, es realmente mucho menos), es mejor escoger siempre el h.265, cierto?
No tan rápido. Hemos dicho en motivos con mucho detalle. Y la siguiente pregunta es: ¿qué sucede cuando hay un cielo liso con degradado de azul o, en el caso que nos ocupa, un plató liso con degradado de iluminación?
Aquí sí hay un claro vencedor.
Y es que el códec ProRes ofrece menos pixelación en bloques, o lo que es decir agrupa la compresión en bloques más pequeños. Esto hace que dicho códec presente más ruido en general, que es bastante visible en zonas lisas y oscuras, algo que nadie quiere. Parece que el h.265 al pixelar bloques mayores, ayuda bastante a eliminar el ruido. Basta con ver un waveform de ambos con el mismo motivo para apreciarlo.
¡Pues ya tenemos un vencedor! Pues no. Todo lo contrario. Lo que hace al h.265 resplandecer también lo hunde en su miseria. El hecho de pixelar bloques más grandes para reducir tamaño de fichero y ruido, hace que la imagen tenga transiciones entre zonas de distinta luminosidad más artificiales, con un acabado más digital. Las imágenes de vídeo tomadas con este códec son menos naturales, menos orgánicas (me encanta esta palabra que sirve para todo que no se sabe muy bien cómo explicar). El ProRes es lo más parecido a una película (con su grano fino de Super 35 mm por ejemplo), y por otro lado el h.265 crea artefactos propios de la compresión digital (i.e. como hace un JPEG de baja calidad, para hacer una similitud en fotografía).
También me he encontrado que en algunos escenarios la compresión h.265 falla, sobretodo en zonas muy desenfocadas (i.e. un objeto en primer plano con muy poca profundidad de campo), o en motivos con muy poco detalle (i.e. una moqueta con textura fina del mismo color). Alguna vez me he encontrado que en estos casos la compresión h.265 arruina el detalle y hace inservible el material con artefactos muy extraños de una incorrecta compresión. Tal ha sido mi mala experiencia con esto, que la última vez que utilicé el h.265 decidí no volver a utilizarlo más, por esta única razón.
En la imagen de arriba, ampliada un 400%, te dejo que decidas cuál es ProRes y cuál h.265.
Resumiendo. En plató de vídeo, donde el fondo es liso o con pocos detalles, recomiendo utilizar el ProRes cuando el tamaño de los ficheros no es un problema. Si lo es, podemos pasar al modo ProRes LT, ya que no notaremos mucho la diferencia. Pero si necesitas ahorrar espacio drásticamente, entonces puedes utilizar el h.265, a expensas de saber que la compresión puede hacerte artefactos muy feos, difíciles de salvar después.
Si tienes alguna duda, antes de alquilar el plató de The Catwalk Studio, cuéntanos tu proyecto para saber cuáles son tus requisitos y orientarte lo mejor posible. Puedes ponerte en contacto en info@thecatwalkstudio.com o bien por WhatsApp +34 678 625 175.